17.10.05

LA ULTIMA PRUEBA

LA ULTIMA PRUEBA

A veces, la "última" prueba nos la ponen nuestros propios compañeros, mas que nuestro profesor.
Saigo Takamori fue uno de los grandes guerreros del siglo XIX, para terminar el reinado Tokugawa y reestablecer al emperador Meiji al poder. De joven, él era un ayudante de un poderosos señor feudal de la provincia de Satsuma, y mostraba gran talento, valor y habilidad en artes marciales. Esto, por supuesto, causó celos muchos entre sus compañeros y decidieron ponerlo a prueba para comprobar su valor. Este recibió la orden de servir té a su señor, Saigo procedió a recorrer el largo pasillo del castillo para llevarle la bebida de la tarde a su señor. Este portaba una bandeja pequeña respetuosamente por encima de su cabeza.
Por supuesto, el té fue servido como siempre en el tazón de té favorito de su señor, una preciosa antigüedad de China conocida como "ojo del cielo".Repentinamente, los otros ayudantes esperaban en una esquina oscura para abalanzarse sobre Saigo con el fin de que este caiga el tazón de té, se rompa y por consiguiente poner en un gran apuro a Saigo. ¡Cuando los otros ayudantes saltaron sobre él, Saigo se movió tranquilamente al borde del pasillo, dejo lentamente el tazón de té y la bandeja en un lugar seguro, se incorporó, he hizo frente a sus opositores, diciendo "muchachos usted me han sorprendió! Bien ahora luchemos!

11.10.05

Simbología del Aikido

El Agua
La fluidez y la sutileza de los ademanes en aikido son parecidos a las del agua que se adapta siempre perfectamente a la forma del recipiente que la contiene sin nunca alterar sus cualidades.El agua simboliza la simplicidad y la humildad que contiene el no luchar, el no desear, que se engendran mutuamente en la vía del arte marcial practicado sin el deseo de provecho, sin la búsqueda de la gloria que aporta a la victoria. "No hay nada en el mundo más inconstante y más débil que el agua, sin embargo, corroe lo que es duro y fuerte, nada puede resistirle ni remplazarla.Es la debilidad la que lleva la razón y no la fuerza, la flexibilidad y no la dureza, todo el mundo lo sabe, pero nadie ajusta a ello su conducta"
Lao-Tse

El Espejo
El espejo simboliza la actitud mental con la que todo practicante debe abordar el combate en cualquier circunstancia.El estado mental debe permitir la apreciación inmediata de la realidad sin que el pensamiento perturben o contaminen la percepción que se tiene de esa realidad. Entonces el espíritu se vuelve como un espejo, símbolo de la sabiduría, del conocimiento perfecto y objetivo." El sabio usa de su espíritu como un espejo. No niega las cosas que se le presentan, pero no va por delante de ellas. Les responde sin retenerlas. Es lo que le permite acogerlo todo si nunca ser alcanzado por nada.Si se presenta una flor, refleja una flor. Si se presenta pájaro, refleja un pájaro. El espejo muestra bello lo que es bello, feo lo que es feo. Ninguna huella lo empaña.El hombre sabio se sirve de su espíritu como de un espejo; no rechaza ni acoge a nadie; responde a los demás sin esconder nada ; triunfa sobre los seres sin ser herido".
Chang-Tse

El Vacío
El vacío y la serenidad disipan la confusión del espíritu; al igual que una casa perforada por puertas y ventanas y es su vacío la que la vuelve habitable. Así, el ser produce lo útil; pero el no ser es lo que la vuelve eficaz.
" Distiéndete. Respira. Escucha tu cuerpo. Que el aire lo invada con el poderío vivificante de una ola. Deja fluir tus pensamientos como se dejan pasar los monos en el bosque. Líbrate del polvo, de las imágenes que se escapan de tu cerebro; es necesario aguardar el estado de espíritu desnudo y despojado, tan puro como el paisaje del invierno cuando acaba de nevar. Entonces permanece vacío, vigilante, inmóvil y sereno, escucha el universo"
Recomendación ZenTaisen Deshimaru.
La Montaña
La montaña es de por sí una vía que el hombre puede emprender para elevarse por encima de las apariencias y las contingencias. Trepar por la montaña da fuerza y resistencia y requiere mucha energía física y espiritual. El duro y penoso camino que conduce a la cima es la ocasión de profundizar el conocimiento de sí mismo y perfeccionar la propia manera de vivir y ampliar la visión del mundo liberándose de nociones relativas del tiempo y el espacio. " La montaña no se burla del río porque este corre por debajo, como tampoco se ríe el río de la montaña porque ésta permanece inmóvil. El aire es más puro cuando se escala la montaña "
Lin-Yutang.
El Círculo
El círculo es el símbolo del movimiento perfecto, es la culminación de un dinamismo generado a partir de un punto de calma ; su resolución alrededor del centro crea la esfera, dominio espacial del hombre concebido desde un punto de vista dinámico, límite geométrico de su devenir individual y su relación con los demás, dentro del cual puede desarrollar sus virtualidades individuales. " Cuanto más está en calma el centro lugar de la sabiduría; más la esfera es estable y mejor se amplifica, eliminando así los límites de expansión del individuo. En la práctica del aikido, este concepto de la esfera dinámica y su centro estable es de suma importancia. Todos los practicantes saben por experiencia que les es preciso preservar su estabilidad y su integridad limitando sus acciones al interior de esta esfera que contiene su equilibrio estático y dinámico"
André Protin
La Katana
La katana fue el alma del samurai y el protector de su vida, el samurai jamás se separaba de ella. Era un arma eficaz y terrible, pero también símbolo de la serenidad, en el ataque como en la defensa, de la lealtad en el arte de batirse y de la nobleza en el arte de vencer.La idea del sable excluye toda blandura, toda huida o pensamiento de huida, y el modo de servirse de él o de evitarlo, expresa la virilidad, la autenticidad del comportamiento. Frente a la hoja que va a descender, cortar o clavarse, ya no es posible engañarse, se revela entonces la cualidad del dominio de sí, la única que vuelve posible la realización de grandes acciones. " En Aikido la Katana ya no sirve para atacar o matar. Su presencia perpetúa el verdadero espíritu del Bushido, su virtud y su poder ya no son más que defensivos. La idea del Katana en la ejecución de una técnica de aikido conduce a una postura perfecta, vuelve a la fuerza y el poder dependiente de la forma, y por lo tanto del espíritu. Confiere a la técnica más eficacia y belleza; hace del ademán preciso, decisivo, despejado de todo ornamento, la expresión de un espíritu sereno y superior "
Nobuyoshi TamuraTsuki No Kokoro [Un espíritu semejante a la luna]
La luna brilla con imparcialidad sobre todas las cosas, próximas o lejanas, sobre el conjunto del panorama como sobre cada uno de sus detalles, del mismo modo del espíritu completamente independiente debe percibirlo todo y preservarse de toda preferencia. La sombra de un pensamiento que pasa, el aguijón de una pasión perturba su visión e impiden ver el menor cambio discreto, imperceptible en la organización del cuadro y entorpecen el comportamiento por adoptar.
" La sombra del bambú barre la escalera toda la noche sin desplazar no obstante ni una partícula de polvo, los rayos de la luna penetran hasta el fondo de la charca sin dejar el menor rastro de agua "
Poema zenMizu No Kokoro [El Espíritu sereno como el agua]
Si el viento sopla, la superficie tranquila y lisa del agua se riza y la realidad se refleja en ella en una multitud de reflejos que la deforman otorgándole una imagen confusa y cambiante, volviéndola difícil de captar en su totalidad como en sus detalles. Los pensamientos y los deseos concentran inútilmente el espíritu en detalles que adquieren demasiada importancia y perturban la visión límpida de la realidad. " El espíritu del sabio es parecido al agua límpida,que nada perturba en profundidad "
Shen HsinSakura [La flor Del Cerezo] Símbolo por excelencia de todas las artes marciales que siguen un Do (camino), porque carece de un objetivo utilitario; la flor del cerezo no produce fruto y no da más que su belleza. Así deben ser todas las actividades humanas, desinteresadas y bellas.
" Que pudiéramos morircomo en primaveralas flores del cerezopuras y brillantes " .

Yamaguchi TeruoKamikaze durante la guerra de las Filipinas
Diagrama del Tai-chi
En el centro, el principio binario de complementariedad del Yin y el Yang cuyos movimientos expansivos o regresivos vuelven al círculo. Sobre el contorno de los ocho trigramas (Pa Koua de Fou Hi) cuyas combinaciones engendran los 64 hexagramas que representan el conjunto de las realidades. La ley universal del Tao predice la marcha del Universo, la evolución de todas las cosas; el reconocimiento de este principio cósmico único y su aplicación en la vida permite al hombre encontrar la armonía que se crea a partir de la justa correspondencia de las cosa. " La idea fundamental del aikido es que todo es en esencia Uno, y que detrás de las apariencias de dualismo y oposición , el ataque y la defensa no son más que partes y momentos de una realidad mucho más fluida y coherente. En la medida en que la defensa se identifica con el ataque y le presta el complemento de energía o dinamismo para alcanzar la unidad, ya no hay ataque ni defensa, sino solo movimientos hacia la búsqueda del orden y la paz en el seno de una acción que simboliza la vida. Este principio se da en la esfericidad de sus movimientos en los que se suceden, alternan y se combinan de modo complementario y permanente los aspectos Yang y Yin en la forma de desplazamientos y técnicas rectilíneas, centrípetos y de expansión (irimi-omote-positivo) y desplazamientos de técnicas circulares centrífugas y de contracción (tenkan-ura-negativo) ".
Los Tres Amigos
La rama del pino, el bambú y las flores de ciruelo representan cada una, una matriz particular de la energía vital. Son respectivamente los símbolos del Confucianismo, del Budismo, y del Taoísmo. El pino siempre verde, simboliza la fuerza y la duración.
El bambú, al que la tormenta dobla sin romperlo jamás, evoca el vigor del alma del hombre ante les dificultades de la vida . La flor del ciruelo, cuya blanca irrupción frente a los bosques todavía desnudos saluda la llegada de la primavera, subraya la realidad vital de la resurrección .

Dharma


Dharma, es una palabra en sánscrito que significa "aquello que preserva". Esto quiere decir que, al ajustar las actitudes contraproducentes, te ves liberado de cierto grado de sufrimiento y, por tanto, preservado del mismo. La práctica espiritual protege o preserva de la tristeza tanto a ti mismo como a los demás.
En este mundo existen personas que se adhieren a alguna forma de fe espiritual, otras que son totalmente contrarias a ellas y las que son indiferentes a las religiones y filosofías. Cuando la gente se enfrenta a situaciones que escapan a una explicación racional y son adversas, difieren en su capacidad de hacerles frente. Mientras los que no creen en ningún sistema espiritual se vean en situaciones que se hallan dentro de lo que alcanza el entendimiento humano, pueden afrontarlas. Pero cualquier circunstancia que exceda su propio entendimiento constituye un choque, y sus intentos de afrontarla desembocan en frustración y angustia. El practicante del dharma tiene una interpretación mejor de la vida y no perderá, gracias a ello, el valor y la esperanza que son factores más decisivos para sustentar la fuerza de vida. Así que es evidente la importancia del desarrollo espiritual en la vida del individuo.
Hay muchas formas distintas de emprender la práctica del dharma; estas formas varían de un individuo al otro. El dharma es la doctrina en la que se basan las religiones y filosofías. Pero al que nosotros nos referimos es en especial al budha-dharma o la enseñanza budista.
Algunas personas pueden renunciar totalmente a la forma mundana de vida y elegir la vía del eremita, dedicando todo su tiempo y toda su energía a la meditación. Otros emprenden su práctica sin abandonar una vida convencional en el mundo. Inclusive dentro del propio budismo existen formas distintas de esta práctica que nos llevan a obtener los mismos resultados. Podemos sencillamente colocarnos en la postura de "zazen" y vivir la experiencia de la meditación profunda, a través de un espíritu de silencio, de presencia, de apertura, donde nada extraordinario pasa, y sin embargo todo cambia como ocurre en la práctica del Budismo Zen; pero también podemos decidir abrir nuestras mentes a un estudio profundo e histórico de las escuelas filosóficas y las enseñanzas budistas llenas de colorido, misticismo, bellos altares y oraciones, y aprender de la gran compasión y preocupación por el sufrimiento de los demás como nos lo enseña el Budismo Tibetano.
Lo esencial es vivir la propia vida ateniéndose a los nobles principios del dharma y dotarla así de una dirección y de una finalidad. Si uno es capaz de adoptar ese punto de vista, el dharma no solo será beneficioso para él como individuo sino que contribuirá también a mejorar la comunidad en la que vive.
La esencia de la práctica del dharma al igual que el arte del Aikido es introducir una disciplina dentro de la mente, un estado mental libre de odio, envidia, codicia y de intenciones dañosas. Por eso todo el mensaje del dharma de Buda se podría resumir en dos frases breves: "Ayuda a los demás y si no puedes ayudarles, al menos no le hagas daño".
Esta tarea de lograr una disciplina interior pueda parecer muy compleja y difícil al principio, pero si nos esforzamos de verdad veremos que no es tan complicado, Tal vez sea esta la primera de las tantas similitudes de la práctica del dharma y la del Aikido. Nos hallamos en la vorágine de todo tipo de concepciones mundanas, conceptos y emociones negativas, pero si para ambas disciplinas somos capaces de descubrir la clave justa a través de la práctica, conseguiremos deshacer ese nudo de confusión.
Finalmente, no basta con escuchar o leer bonitas frases budistas, simpáticos cuentos zen, cantar hermosas sutras o practicar el interesante Aikido sino provoca esto un verdadero cambio en nuestro interior; éste es realmente la señal que indica que nos hemos beneficiado del dharma.
Las cuestiones fundamentales del budha-dharma como si hay renacimiento o no, y si es posible o no la iluminación plena, son difíciles de explicar o comprender. Pero lo que es muy evidente para nosotros es que un estado mental positivo y una conducta positiva conducen a más paz y felicidad, mientras que sus contrapartidas negativas producen consecuencias indeseables. Por tanto, si con nuestra práctica del dharma somos capaces de sufrir menos y de ser más felices, y más aún, sí podemos dejar de causar sufrimiento a cualquier ser sintiente y de entregar bienestar y felicidad, eso por sí solo sería ya fruto suficiente para animarnos a seguir con nuestros objetivos espirituales.
Explicar el dharma es pensando en beneficio de otros, pero, en realidad, proclamar esta enseñanza es, de hecho una extensión de la propia práctica y trasciende a sí mismo y a los demás.
Para proclamar el dharma, esencia filosófica del Aikido, debemos olvidarnos de nosotros mismos; más allá del mundo de los deseos y de las formas; sí así lo hiciéramos, el poder de nuestra enseñanza será como un sonido fuerte que eliminara todos los sonidos débiles. Es a través de nuestra práctica del dharma que aparece la práctica de todos los buddhas y que la "Gran Vía" los reúne.
Podamos nosotros entonces, realizar así el despertar con todos los seres del mundo.