25.1.06

Conversaciones con un Samurái - 2ª parte


1978. El estilo Hokushin Ryu
CRAIG: Sensei, ¿qué significa “Hokushin”?
SENSEI: El estilo de la Estrella Polar
C: Sí, lo sé Pero ¿cuál es su sentido real?
S: El que practica el estilo Hokushin Ryu nunca debería cambiar su modo de hacer correctamente las cosas, tanto si se trata de manejo de la espada como de las actividades diarias. El miembro de la familia Hokushin siempre acata las decisiones de esta, firmemente y hasta el final. De este modo, una vez toma la espada, igual que la Estrella Polar, permanece firme y sin tambalearse, y el propio universo debe girar a su alrededor.
C: Sensei, ¿quién fundó el estilo Hokushin?
S: Es muy difícil responder a eso. La familia Chiba tiene más de 750 años de antigüedad, unas 38 generaciones. Pero si tuviera que identificar como fundador a un miembro singular de la familia, probablemente sería Sushaku Chiba, nacido en 1700 y fallecido en 1855.
C: No entiendo. ¿El estilo no existía ya antes de 1700?
S: No. No había sido registrado entonces como escuela de forma oficial. A mediados del s. XVIII fue matriculado con el Bakufu Mito como Hokushin Itto Batto-tai Ryu. Hokushin Ryu se convirtió en el estilo oficial de kumitachi (kenjitsu) de los oficiales del Mito Han. Creo que por entonces Shusaku Chiba Sensei tenía además un dojo en Edo (Tokio) llamado Gembukan con más de 5000 estudiantes.
C: Eso no suena a dojo, Sensei, sino más bien a ejército.
S: Bueno, lo era, de forma extraoficial. La primera responsabilidad de la familia Chiba era proteger las posesiones y los oficiales del Emperador. El clan y sus servidores eran tan numerosos que llegaron a fundar incluso su propia ciudad, que existe aún en nuestros días: la ciudad de Chiba, en la prefectura del mismo nombre. En aquel tiempo servía como custodia de la entrada principal de Edo. Como diríais algunos occidentales, la gran ciudad escondía algunos secretos.
C: Lo sé, Sensei, y es lo que trato de sonsacarte. ¿Cuáles cree que son las diferencias fundamentales entre la familia Chiba de entonces y la del presente?
S: Creo que a ninguno de antes le estaba permitido hacer tantas preguntas…
C: Lo siento, Sensei. No quisiera ser irrespetuoso. Tan sólo quiero saber más sobre la historia de Japón, y usted es la vía que he encontrado.
S: Está bien, es correcto hacer preguntas. Las cosas son muy diferentes ahora de como eran cuando yo era niño. El problema con las preguntas es que a veces descubres algo que no es lo que estabas preguntando, y entonces serás incapaz de aprenderlo. Las preguntas deberían estar siempre adaptadas al nivel apropiado de entrenamiento de cada uno. El entrenamiento debería estar siempre adaptado al nivel apropiado de disciplina. Tengo la impresión de que queremos las cosas sin pasar por el entrenamiento ni la disciplina apropiados para obtenerlas. Y debe ser así para que el kendo se convierta en el corazón del estudiante. Este debería ser capaz de seguir al maestro sin pregunta alguna, y si no, debería abandonar la espada. En Japón tenemos un dicho, “si luces la insignia, llevarás todo su peso" [trad. del inglés sin el original japonés. N. de la T.].
1979. Mokuso
C: ¿Es mokuso [la meditación sentado] importante al inicio y final de las clases?
S: Mokuso es la disciplina más importante de cualquier práctica del Budo. Mi padre creíaque un hombre está dividido en dos partes iguales. El lado izquierdo, el que está cerca del corazón, simboliza el bien; y el lado derecho el lado del mal. Sentarse en el seiza [posición sentada] apropiado y hacer mokuso nos ayuda a encontrar nuestra verdadera naturaleza: no lo que otros ven de nosotros, ni lo que nosotros mismos creemos ser, sino lo que somos realmente, bueno y malo. “La mano izquierda reposa sobre la mano derecha. Los pulgares forman un círculo justo encima del ombligo; los brazos deben situarse en posición circular. El objeto del Mokuso es incrementar el poder de la concentración mediante la eliminación gradual de todas las distracciones de la mente. La mayoría de los occidentales no entienden su verdadero significado y por eso les resulta muy difícil concentrarse en una sola cosa en un momento dado.
C: Estoy confuso, Sensei. Intento desesperadamente seguirte y retener todo lo que me estás diciendo.
S: ¿Ves lo que te digo? Necesitas concentrarte. Cierra los ojos e intenta bloquear la mente de todos los pensamientos sólo por unos momentos… Es muy difícil no pensar en nada, ni siquiera un tiempo tan breve. A través de la práctica constante de Mokuso descubres progresivamente tu consciencia interna y experimentarás el despertar de tu propia naturaleza. En otras palabras, descubrirás la totalidad de lo que es tu propia persona: algunos llaman a este estado de total tranquilidad El Nirvana.
C: Todo eso es muy apropiado y real para ti, Sensei. Pero ¿debería un principiante como yo pensar en ello?
S: ¡Te lo acabo de explicar, pero sólo necesitas una respuesta que satisfaga a tu espíritu occidental! ¿Por qué no intentas eliminar tu ego?
C: De acuerdo, Sensei. Déjame preguntártelo otra vez, volviendo al asunto del lado bueno y malo. Si te he entendido correctamente, la mano izquierda, la del bien, está por encima de la derecha, “la mala”.
S: ¿La mala? ¿Qué es la mano mala?
C: La mano del mal…
S: Oh, sí. El bien siempre tendría que quedar por encima del mal.
C: ¿Es por ello por lo que la mano izquierda siempre predomina sobre la derecha en la práctica? S: ¿Acaso no crees que es el bueno el que siempre ha de guiar y ayudar al torpe y al débil?
Traduccido al Castellano por Aránzazu Ferrero Rubio (Aran-chan)

18.1.06

Conversaciones con un Samurái -1ª Parte


Extraido de la web http://www.zanshin-madrid.com
Fragmentos del libro The Heart of Kendo, ed. Shambala, de Darrel Max Craig http://www.ymaapub.com/authors/authordetail/author04.php

A finales de 1970 mis alumnos y yo nos estábamos preparando para un campeonato de kendo en Dallas cuando sonó el teléfono. Era Umemoto Sensei: iba a ir a Dallas como juez del campeonato y me pedía permiso para traer con él un maestro que venía de Japón y le hacía mucha ilusión venir a Texas y ver a los cowboys.

Así fue cómo conocí al hombre que iba a ser de tan profunda inspiración en el resto de mi vida. Umemoto Sensei me presentó al maestro visitante, Harutane Chiba Sensei, representante de la 37ª generación de la escuela Hokushin Ryu. 750 años de Historia delante de mí. En los pocos días que sucedieron, Chiba Sensei y yo charlamos y reímos juntos a costa de más cosas de las que puedo recordar. […] Desde ese momento hasta su muerte, en 1992, Chiba Sensei me mostró más de la Historia del Japón de lo que nunca podría encontrar en libro alguno, y más técnicas de las que yo era capaz de aprender.…].

Unos seis meses después de que Chiba Sensei regresara a Houston, mientras estábamos rellenando nuestros papeles para la Federación de Kendo. Había una pregunta sobre quién era mi instructor principal y su grado. Yo puse el nombre de Chiba Sensei, y al preguntarle por su rango, me devolvió una mirada perpleja, cruzó piernas y brazos y me contestó: “¿Y qué grado crees tú que tengo?”. Yo, que no sabía muy bien qué responderle, le expliqué que nadie estaba poniendo en duda su rango, pero que necesitaba saberlo para rellenar el formulario. Mirándolo como si lo viera por primera vez en la vida, me contestó: - Un samurai no tiene rango. Sólo los campesinos lo tienen. – Y yo traté de rellenar aquello con algo que sonara respetable, firmé el formulario y lo envié por correo. Mi maestro siempre me enseñaba con mano firme, pero con corazón comprensivo. Nunca me dejó con una pregunta sin respuesta, o una técnica a medio explicar. Yo me sentía como la arcilla que el maestro moldeaba a su antojo. […].

Lo que sigue a continuación son extractos de conversaciones que Chiba Sensei y yohemos tenido a lo largo de los años. Las he reconstruido, a partir de apuntes y mis propios recuerdos, lo mejor que he podido, tratando de limpiar los trucos mentales que inevitablemente surgen entre lo que creímos oír y lo que realmente escuchamos.