29.11.06

Bruce Lee Be water my friend entrevista perdida spanish

La Entrevista realizada a Bruce Lee, doblada al español y con la famosa frase "Be Water my Friend".

20.11.06

Chi Kung

El término Chino de Chi Kung se traduce como trabajo (Kung) de la energía vital (Chi). Consiste en ejercicios respiratorios dedicados a movilizar bajo voluntad y en estado consciente la energía del cuerpo. Para otros "Chi" también se traduce como aire o respiración, así que muchos Occidentales entienden el Chi Kung como ejercicios respiratorios.
Numerosas artes marciales utilizan el Chi Kung para exteriorizar energía, mediante técnicas de rompimiento, resistencia física frente a altas temperaturas, impactos directos terribles, etc., mientras que otras disciplinas utilizan el Chi Kung para mantener, restablecer y mejorar el estado de salud física y mental. Los estilos internos de Wu Shu manejan el Chi Kung para este fin, ya sea como ejercicios aislados o como parte integral de los esquemas tradicionales. El Chi Kung ha provocado tanto interés en los últimos años que se ha desarrollado una rama paralela a las demás artes internas dedicada exclusivamente al estudio del Chi Kung.

Orígenes
Existen registros históricos de ejercicios respiratorios dirigidos a la salud en India desde el año 4500 a.C., sin embargo, en China aparecen a partir de la Dinastía Shang (1766-1154) a.C. Estas dos tendencias se mezclan para el año de 527 a.S. (Dinastía Lang) cuando un príncipe Budista Hindú llamado Da Mo Sardili (Bodhidarma en Sánscrito) viajó a China bajo invitación del emperador. Luego de presentarle su conocimiento al emperador Da Mo viaja al Monasterio Shaolin, donde al encontrar monjes Chinos de mente fuerte pero de cuerpo débil, prepara, luego de nueve años de contemplación, un plan de entrenamiento físico y mental, dando origen a las tendencias Chinas modernas de Chi Kung. De esta corriente han nacido numerosos estilos que han incluso migrado a países vecinos.

Tipos

  1. Según su origen: Hindú, Chino, Japonés, Tailandés, etc.
  2. Según su aplicación:
    Medicinal: buscando el restablecimiento y mantenimiento de la salud; enseñado por médicos tradicionales.
    Marcial: para enfocar Chi en zonas del cuerpo procurando gran potencia en movimientos de defensa y ataque; enseñado por artistas marciales.
    Religioso: buscando la iluminación; enseñado por monjes Budistas y Taoístas.
    Según sus características: de los 5 animales, de los 5 elementos, de la Grulla Blanca, etc.

Chi kung de los 5 órganos
Chi Kung relacionado con los cinco órganos principales de la medicina China, el estómago, hígado, corazón, pulmones y riñones. Cada órgano está representado por un dedo en cada mano.
Para cada órgano se realizan 3 tipos de ejercicios: uno Ying, otro Yang y uno T'iao Chi o de combinación. Se de
ben realizar números de repetición iguales en los primeros dos y el doble para el tercero (Ej.: 3 Ying + 3 Yang y 6 T'iao Chi).

Preparación
Siempre se debe comenzar calmando el cuerpo y la mente para que la práctica a realizar sea eficaz. Se debe tener tiempo suficiente para practicar por lo menos una vez al día, vistiendo ropa holgada de preferencia blanca. La hora depende básicamente de dos aspectos: el estado de flujo energético dentro del cuerpo (reloj biológico) y en la naturaleza (atardecer/amanecer, estaciones del año, etc.). Se debe mirar en direcciones fijas dependiendo de la hora del día: mientras el sol esté afuera, buscarlo hacia el Este u Oeste. Si la hora es cercana a las Doce del día se mira al norte y si es de noche se mira hacia el Sur (alineación con el campo magnético de la tierra).
Se debe respirar por la nariz, rápido o lento según el ejercicio, mediante respiración abdominal. La lengua debe tocar el techo del paladar durante la respiración para así conectar el Meridiano Vaso Concepción y Vaso Gobernador, permitiendo libre flujo de Chi entre ambos Meridianos. La posición en los ejercicios estáticos es la propia del Mapü, con el énfasis adecuado en los movimientos del tronco según el caso.

10.11.06

Dharma & Aikido

Dharma, es una palabra en sánscrito que significa "aquello que preserva". Esto quiere decir que, al ajustar las actitudes contraproducentes, te ves liberado de cierto grado de sufrimiento y, por tanto, preservado del mismo. La práctica espiritual protege o preserva de la tristeza tanto a ti mismo como a los demás.

En este mundo existen personas que se adhieren a alguna forma de fe espiritual, otras que son totalmente contrarias a ellas y las que son indiferentes a las religiones y filosofías. Cuando la gente se enfrenta a situaciones que escapan a una explicación racional y son adversas, difieren en su capacidad de hacerles frente. Mientras los que no creen en ningún sistema espiritual se vean en situaciones que se hallan dentro de lo que alcanza el entendimiento humano, pueden afrontarlas. Pero cualquier circunstancia que exceda su propio entendimiento constituye un choque, y sus intentos de afrontarla desembocan en frustración y angustia. El practicante del dharma tiene una interpretación mejor de la vida y no perderá, gracias a ello, el valor y la esperanza que son factores más decisivos para sustentar la fuerza de vida. Así que es evidente la importancia del desarrollo espiritual en la vida del individuo.

Hay muchas formas distintas de emprender la práctica del dharma; estas formas varían de un individuo al otro. El dharma es la doctrina en la que se basan las religiones y filosofías. Pero al que nosotros nos referimos es en especial al budha-dharma o la enseñanza budista.

Algunas personas pueden renunciar totalmente a la forma mundana de vida y elegir la vía del eremita, dedicando todo su tiempo y toda su energía a la meditación. Otros emprenden su práctica sin abandonar una vida convencional en el mundo. Inclusive dentro del propio budismo existen formas distintas de esta práctica que nos llevan a obtener los mismos resultados. Podemos sencillamente colocarnos en la postura de "zazen" y vivir la experiencia de la meditación profunda, a través de un espíritu de silencio, de presencia, de apertura, donde nada extraordinario pasa, y sin embargo todo cambia como ocurre en la práctica del Budismo Zen; pero también podemos decidir abrir nuestras mentes a un estudio profundo e histórico de las escuelas filosóficas y las enseñanzas budistas llenas de colorido, misticismo, bellos altares y oraciones, y aprender de la gran compasión y preocupación por el sufrimiento de los demás como nos lo enseña el Budismo Tibetano.

Lo esencial es vivir la propia vida ateniéndose a los nobles principios del dharma y dotarla así de una dirección y de una finalidad. Si uno es capaz de adoptar ese punto de vista, el dharma no solo será beneficioso para él como individuo sino que contribuirá también a mejorar la comunidad en la que vive.

La esencia de la práctica del dharma al igual que el arte del Aikido es introducir una disciplina dentro de la mente, un estado mental libre de odio, envidia, codicia y de intenciones dañosas. Por eso todo el mensaje del dharma de Buda se podría resumir en dos frases breves: "Ayuda a los demás y si no puedes ayudarles, al menos no le hagas daño".

Esta tarea de lograr una disciplina interior pueda parecer muy compleja y difícil al principio, pero si nos esforzamos de verdad veremos que no es tan complicado, Tal vez sea esta la primera de las tantas similitudes de la práctica del dharma y la del Aikido. Nos hallamos en la vorágine de todo tipo de concepciones mundanas, conceptos y emociones negativas, pero si para ambas disciplinas somos capaces de descubrir la clave justa a través de la práctica, conseguiremos deshacer ese nudo de confusión.

Finalmente, no basta con escuchar o leer bonitas frases budistas, simpáticos cuentos zen, cantar hermosas sutras o practicar el interesante Aikido sino provoca esto un verdadero cambio en nuestro interior; éste es realmente la señal que indica que nos hemos beneficiado del dharma.

Las cuestiones fundamentales del budha-dharma como si hay renacimiento o no, y si es posible o no la iluminación plena, son difíciles de explicar o comprender. Pero lo que es muy evidente para nosotros es que un estado mental positivo y una conducta positiva conducen a más paz y felicidad, mientras que sus contrapartidas negativas producen consecuencias indeseables. Por tanto, si con nuestra práctica del dharma somos capaces de sufrir menos y de ser más felices, y más aún, sí podemos dejar de causar sufrimiento a cualquier ser sintiente y de entregar bienestar y felicidad, eso por sí solo sería ya fruto suficiente para animarnos a seguir con nuestros objetivos espirituales.

Explicar el dharma es pensando en beneficio de otros, pero, en realidad, proclamar esta enseñanza es, de hecho una extensión de la propia práctica y trasciende a sí mismo y a los demás.

Para proclamar el dharma, esencia filosófica del Aikido, debemos olvidarnos de nosotros mismos; más allá del mundo de los deseos y de las formas; sí así lo hiciéramos, el poder de nuestra enseñanza será como un sonido fuerte que eliminara todos los sonidos débiles. Es a través de nuestra práctica del dharma que aparece la práctica de todos los buddhas y que la "Gran Vía" los reúne.

Podamos nosotros entonces, realizar así el despertar con todos los seres del mundo.